Aunque cada persona es un mundo como se suele decir, y todos, debido a nuestras características personales, seguimos una rutina de belleza diferente, lo que sí es cierto es que hay unos puntos comunes para que nuestra piel luzca sana y saludable.

¡Sigue leyendo y descubre los consejos imprescindibles para tener una piel sana y radiante!

¿Nos duchamos con la temperatura correcta del agua? 

Ducharnos es un placer. El perfume natural de nuestros productos nos envuelve y relaja. Pero cuando vamos a aclararnos solemos utilizar agua demasiado caliente y esto tiene un efecto nocivo sobre nuestra piel. El agua demasiado caliente dilatará en exceso nuestros poros y arrastrará los aceites naturales que cubren la capa externa de nuestra piel, quitándole brillo y suavidad.  ¿Es tu caso? ¡Dúchate con agua tibia!

¿Nos secamos bien?Al salir de la ducha acostumbramos a secarnos enérgicamente. Este gesto hará que nuestra piel se irrite. Lo ideal será secarnos con toquecitos suaves, sin frotar ni hacer fuerza.

Cada zona del cuerpo, distintas necesidades. Y es que no podemos tratar toda la piel por igual. Cada zona de nuestro cuerpo tiene características y necesidades diferentes. Por este motivo, es imprescindible usar una crema para el rostro diferente a la que usemos para el resto del cuerpo. Y dentro de la piel del rostro debemos utilizar un producto específico para el contorno de ojos, ya que esta es una zona con una piel muy fina y es la que más rápido envejece. Su aplicación nos ayudará a disminuir la cantidad y profundidad de las arrugas y reducir la inflamación de las bolsas.

Exfoliación. Mínimo una vez a la semana tanto en el rostro como en el cuerpo. ¡Un truco!Exfóliate tanto la piel de la cara como la del cuerpo en la ducha.  Así te resultará mucho más práctico y ahorrarás tiempo.

Disfrutar del tiempo libre de forma relajada. Tu día a día está lleno de tareas, planes y obligaciones. ¡Encuentra tiempo para ti! Coge un libro y acompáñalo con un desayuno saludable, vuelve a pintar o dibujar, aprende un estilo de danza nuevo o un idioma nuevo… Todos estos pequeños placeres te harán más feliz y esto se reflejará en tu piel.

¡Hidratación!Hidratarse correctamente es la base para lucir una piel suave, saludable y radiante. Imprescindible beber dos litros de agua diarios que ayudarán a mantenernos hidratados y saludables por dentro. Para cuidar la piel por fuera es importante elegir los productos naturales adecuados.

Cuida tu alimentación. Para lucir una piel genial por fuera tenemos que estar sanos por dentro. La alimentación es una gran ayuda ya que podemos hacer de ella nuestra medicina. Incluye en tu alimentación mucha fruta y verdura que ayudarán a tu hidratación.

¿Te han servido nuestros imprescindibles para tener una piel sana y radiante? ¡Cuéntanos tus trucos!